REGLA Nº 1
No: hacer que todos se impliquen inmediatamente
Sí: dar tiempo a que los participantes piensen de forma independiente
No te estamos pidiendo que saques a tu equipo, ni que cantes “kumbaya” y alcances un estado de euforia capaz de desencadenar toda la creatividad que llevan dentro. Simplemente te aconsejamos sobre lo que deberías hacer (así como lo que no deberías hacer y probablemente hagas).
Concibió una teoría al respecto en la que se decía que para celebrar una sesión eficaz de intercambio de ideas el grupo debía seguir estas pautas:
Puede que te preguntes que es un poco contradictorio tener una publicación sobre las reglas del intercambio de ideas y sugerir que no debería haber reglas para ello”. La verdad es que, sin saber cómo sacar el máximo partido posible a la sesión de intercambio de ideas, probablemente ya te estés poniendo tus propias limitaciones.
La única regla que se ha de seguir es intentar activamente mantener la sesión abierta sin caer en juicios o etiquetar las ideas como malas. Otras reglas pueden limitar la creatividad y dificultar que tu equipo se abra a todas las opciones posibles.
Es muy fácil soltar las ideas que parecen demasiado obvias o totalmente irrealizables. Sin embargo, no es lo ideal en la aportación de ideas.
Hay quien tiende a mostrar sus inhibiciones sociales cuando se les pide que compartan sus ideas, por eso la clave está en escuchar a todo el mundo, incluso si ello significa escuchar las ideas más extrañas (porque a veces son las mejores).
La mejor forma de combatir este juicio es pedir a todos que compartan sus ideas primero antes de dar su opinión. Esto se llama Round Robin Brainstorming y es útil para silenciar a los participantes que tienden a dominar la conversación y dar voz a los más discretos.
En la mayoría de las situaciones, la calidad es más importante que la cantidad. Al escribir un artículo es más importante centrarse en la calidad del mismo que en su extensión. Pero esto no se aplica al intercambio de ideas en grupo.
Al concebir ideas, es importante dar con tantas como sea posible y cuanto más rápido, mejor. No existen las malas ideas.
Esta técnica se llama ideación rápida y su objetivo es generar ideas rápidamente para que no dé tiempo a hacer juicios ni albergar reparos. Permite a tu equipo explorar todos los ámbitos de la creatividad, sin poner restricciones a las “malas ideas”.
La mejor forma de combatir este juicio es pedir a todos que compartan sus ideas primero antes de dar su opinión. Esto se llama Round Robin Brainstorming y es útil para silenciar a los participantes que tienden a dominar la conversación y dar voz a los más discretos.
La norma en la mayoría de las reuniones es tomar notas. Esto también ocurre en las reuniones para intercambiar ideas. Sin embargo, no quieres que el equipo anote simplemente las ideas que tienen sentido o que son realistas. No te apresures a tratar de descubrir la mejor idea directamente, puedes ir acotando las ideas hasta quedarte con las mejores.
Designa a alguien del equipo para que anote todas las ideas en un cuaderno o una herramienta de trabajo consolidada como Wrike. De este modo, todos podrán ver cómo se redactan las notas en tiempo real y, además, permite añadir aspectos que podrían haberse pasado por alto.
Contar con una ubicación consolidada para las notas de la sesión de intercambio de ideas también facilita su búsqueda y revisión posteriormente, ya que se comparte con todo el equipo.
Cuando acabe la sesión de intercambio de ideas, es importante que siga fluyendo la creatividad. ¿Qué pasa si de la idea de una persona surge otra? Asegúrate de que todos se tomen entre 10 y 20 minutos tras la reunión o posteriormente durante la semana para dedicar tiempo a sus propias ideas, que podrían nutrir a las compartidas durante la reunión.
No lo dejes sin un punto final. Establece un plazo definido para el proyecto de modo que el equipo pueda valorar cuánto tiempo debe dedicar al intercambio de ideas y cuándo tiene que ponerse en marcha.
Hacer que el equipo se implique en el proceso de intercambio de ideas no solo es beneficioso para el propio proyecto, también permite al equipo hacerse oír y participar en el proyecto desde el inicio. Planificar las sesiones de intercambio de ideas en grupo con estos consejos y técnicas en lugar de hacerlo ad hoc hará que las sesiones sean más productivas y eficaces; por no mencionar que añade diversión e imaginación a la tarea en cuestión.
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