El coste oculto de la gestión documental ineficiente
La gestión documental ineficiente contribuye a gastos obvios, como los relativos al archivado y el almacenamiento físico de documentos en papel; no obstante, un proceso complicado también puede acarrear costes menos evidentes como la pérdida de oportunidades, o la pérdida de descuentos.
Si su organización usa procesos basados en papel para cuentas por pagar, por ejemplo, un empleado debe dedicar tiempo a copiar facturas y archivar duplicados antes de enviarlas a un colega para su aprobación. Estas aprobaciones suelen tardar demasiado, ya sea porque las facturas se traspapelan o porque los responsables de aprobarlas no están disponibles por algún motivo.
Este tipo de sistemas dificulta constantemente el pago a tiempo de las facturas, lo que priva a la organización de aprovechar descuentos por pagos anticipados. Con el tiempo, incluso puede acabar en la “lista negra” de un proveedor clave y tener problemas para cobrar.
Imagine que, en lugar de un sistema de gestión de facturas en papel, puede escanear las facturas cuando llegan, y los documentos se indexan y archivan automáticamente en un archivador central seguro. En cuanto a las aprobaciones, el sistema envía las facturas electrónicas a los responsables de aprobarlas para que las revisen, con informes de estado y alertas para prevenir pagos atrasados.
De este modo, las facturas de los proveedores se pagan a tiempo y las operaciones empresariales se desenvuelven sin problemas ni dolores de cabeza por gestión de facturas.
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