Para asegurarse que las contraseñas que eligen los usuarios son robustas solo cabe activar las funciones de ”verificación de complejidad de password”, al estilo Windows, y realizar aleatoriamente ataques de fuerza bruta y diccionario sobre las cuentas de usuario, para darle un tirón de orejas al que se le pille con una contraseña que no debe. Cuidado porque los usuarios se las saben todas y contraseñas como “1qaz2wsx” aparentemente muy robustas, en la práctica son muy débiles. ¿O no?
Pero con las contraseñas, además de que sean buenas, también es importante que se compruebe que se hace un buen uso de ellas. Puedo elegir la mejor contraseña del mundo, pero de poco sirve si la tengo apuntada en un “post-it” de color llamativo en el monitor. O se la dice a su compañero y amigo del alma para facilitarle las cosas del trabajo.
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