Si su plan exige un gran nivel de intervención manual, está desprotegido.
Cómo eliminar los tiempos de inactividad para las pequeñas y medianas empresas
La tecnología de la información (TI) aporta un valor enorme a las pequeñas y medianas empresas, pero también representa un inmenso punto débil. Cuando los mercados son globales, los empleados trabajan día y noche y la empresa siempre está en marcha, cualquier interrupción en la disponibilidad de las aplicaciones puede provocar rápidamente una pérdida de ingresos, pérdida de productividad, pérdida de valor de marca y problemas con las regulaciones. Llevado a un extremo, un periodo de inactividad largo puede llegar a amenazar la supervivencia de su empresa.
Por lo tanto, ¿cómo debería su organización abordar este tipo de amenaza existencial? La dolorosa realidad es que la mayoría de las organizaciones no la abordan bien.
La continuidad de una empresa —la planificación, la preparación y la implementación de sistemas empresariales más resistentes en previsión de los tiempos de inactividad imprevistos— se considera con frecuencia un problema de TI, y la mayor parte de las organizaciones dejan que sea el departamento de TI el que lo solucione. Esto, invariablemente, lleva a desplegar una gran variedad de soluciones tácticas, sin una estrategia determinante que oriente al respecto. En realidad, y tal como implica el término, la continuidad de una empresa es un problema de la empresa, y exige un método empresarial para solucionarlo.
A continuación se indica una forma rápida de determinar si su plan existente de continuidad de la empresa le deja desprotegido:
Las copias de seguridad y la recuperación han constituido la técnica habitual de protección de los sistemas de TI durante 30 años, pero esta técnica se desarrolló en una época mucho más simple. Las copias de seguridad de los datos en cintas o discos, o la creación de instantáneas (el equivalente moderno de una copia de seguridad), generan una imagen puntual de los datos de una aplicación. La restauración a partir de una copia realizada en un momento determinado nunca conseguirá actualizar sus datos más que la copia de seguridad más reciente. Independientemente de que la copia se haya generado hace 15 minutos o hace dos días, la recuperación a partir de una copia de seguridad significa que tendrá que afrontar las consecuencias de la pérdida de datos. Y eso tal vez esté bien para algunos sistemas. Pero, para muchas de sus aplicaciones empresariales más importantes, la pérdida de datos será catastrófica.
Las técnicas de copias de seguridad y recuperación se desarrollaron para unos procesos informáticos poco sofisticados, en una época en la que se programaban periódicamente intervalos de tiempo en los que nadie utilizaba el sistema. Las aplicaciones empresariales siempre activas de las que dependes actualmente para llevar a cabo tus operaciones cotidianas requieren una tecnología que garantize la disponibilidad continua del sistema y elimine la amenaza de la pérdida de datos, sin tener que depender de una ventana auxiliar.
La tecnología moderna de alta disponibilidad (HA) racionaliza continuamente los cambios de las aplicaciones y los datos en una ubicación remota. Cuando se produce un desastre, independientemente de que se trate de un terremoto, un corte de electricidad o una chapuza en la instalación de un software, el acceso a una copia actualizada de tu sistema es automático e inmediato. La alta disponibilidad elimina los tiempos de inactividad y la pérdida de datos.
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